Las mujeres del sur de Bolívar se organizan para exigir su derecho a una vida sin violencia

BOGOTÁ, Colombia, 14 de enero de 2013 (ACNUR) – "Lo que me ha pasado a mi es algo trágico, algo preocupante porque el compañero mío me ha maltratado, me ha golpeado de muchas maneras; con palabras y hasta con un arma de fuego. Algunas veces yo le preguntaba que por qué me maltrataba si yo era la esposa de él, y él me dijo 'es que usted en verdad es que se lo merece porque vive que solo pa' los hijos'", nos cuenta Berta*, mujer desplazada en el sur del departamento de Bolívar.

En el marco del conflicto armado colombiano, diferentes tipos de violencia en contra de las mujeres se han presentado, entre ellos la violencia sexual que en varios municipios en el sur de Bolívar, se refleja en altos índices debido a la aún latente presencia de actores armados cuya arma de guerra más poderosa ha sido la intimidación y abuso de mujeres y niños. Muchos casos todavía no han sido denunciados. De ahí la importancia de trabajar en el tema de la violencia sexual y de género para que las mujeres de esta zona del país puedan gozar de una vida digna. "Ahora es el momento en que digamos basta, pararnos las mujeres y no dejarnos agredir más por los hombres sin faltarlos al respeto a ellos", comenta María Janeth*, mujer líder y víctima de la violencia del corregimiento de Monterrey.

Desde el 2010, el ACNUR junto al Servicio Jesuita para Refugiados (SJR) han implementado un proyecto en el Sur de Bolívar según las necesidades de esa población, por los altos índices de violencia basada en género que allí se presentaban, en el cual mujeres y hombres de los diferentes lugares han participado en actividades cuyo fin es restablecer los derechos de las mujeres y erradicar la violencia hacia la mujer tanto dentro como fuera del hogar.

"El conflicto, que lo hemos sufrido desde hace muchos años, ha dejado una secuela de violencia en la comunidad. Este proyecto nos ha fortalecido y nos ha ayudado a hacer recuento de nuestra historia para poder salir adelante a pesar de la violencia", afirma Ana Karina Vásquez*, presidenta de la Junta de Acción Comunal del corregimiento de Buenavista y víctima del desplazamiento forzado en el 2005.

Según cifras del Registro Único de la Población Desplazada, alrededor de 56.000 personas han sido víctimas del desplazamiento forzado en el sur del departamento de Bolívar, específicamente en los municipios de Cantagallo, San Pablo, Santa Rosa del Sur y Simití, en donde el proyecto ha tenido mayor influencia.

Con miras a promover y fortalecer el proceso de denuncias, al igual que para conocer con certeza el número de víctimas de abuso sexual y violencia intrafamiliar, tuvieron lugar capacitaciones a las comunidades y a las instancias públicas responsables.

Las instituciones responsables han recibido capacitaciones "que nos han permitido mejorar procesos a nivel interno para atender a las víctimas de la violencia y de abuso sexual", confirma Zaida Rubiela Alfonso, funcionaria de la Secretaría de Desarrollo Social del municipio de Santa Rosa del Sur. "Se han incrementado las denuncias de abuso sexual a niños por parte de conocidos y personas cercanas a las familias", continúa Zaida.

"Ahora soy yo la que le dice que la mujer esa de antes se acabó, ahora soy otra y si usted me quiere tener a mí le toca saber. Y por eso digo que nosotras las mujeres podemos salir adelante por nosotras mismas", afirma Berta*.

El proyecto ACNUR-SJR finalizará en el 2012 luego de dos años de implementación, cuyo resultado se ha reflejado en el empoderamiento visible tanto de mujeres y niñas como de las instituciones encargadas del tema de la violencia intrafamiliar y de género, quienes en el futuro serán multiplicadores de saberes para ponerle fin a la violencia contra la mujer.

El trabajo del ACNUR en la zona del Sur de Bolívar es principalmente apoyar los comités de justicia transicional para incluir dentro de los Planes Integrales Únicos (PIU) y de los Planes de Acción Territoriales (PAT) el tema del desplazamiento forzado en los planes de desarrollo.

Por: Diana Díaz Rodríguez en el sur del departamento de Bolívar

*Nombres cambiados por motivos de protección.