Voces de mujeres desafían a la violencia en Argentina
Voces de mujeres desafían a la violencia en Argentina
BUENOS AIRES, Argentina, 25 de octubre de 2013 (ACNUR) – El lunes 21 de octubre, se llevó a cabo en Buenos Aires, Argentina un "Diálogo entre Mujeres Refugiadas", como parte de las actividades de protección en materia de violencia sexual y basada en género que están siendo implementadas en los seis países que cubre la Oficina Regional del ACNUR para el Sur de América Latina.
El Diálogo forma parte de los esfuerzos del ACNUR por asegurar el cumplimiento de los Cinco Compromisos con las mujeres y las niñas refugiadas formulados por el Alto Comisionado, que destacan el compromiso de dar voz a las mujeres y asegurar la protección de sus derechos fundamentales. Estos compromisos, a su vez, alientan a planificar y monitorear la ejecución de los programas del ACNUR y de sus contrapartes, y a visibilizar los riesgos de protección de la población refugiada a través de estrategias multisectoriales.
En esta oportunidad, la actividad fue realizada en coordinación con la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE) de Argentina y la agencia socia del ACNUR en el país, la Fundación Comisión Católica Argentina de Migraciones (FCCAM). Durante toda una jornada, alrededor de veinte mujeres solicitantes de asilo y refugiadas de diferentes edades y países, como Colombia, Haití, Nigeria, Perú, Rusia y Armenia, participaron activamente en las diferentes actividades y brindaron impactantes y conmovedores declaraciones. Muchas de las asistentes, concurrieron junto a sus hijos e hijas pequeños, quienes realizaron distintas actividades recreativas y de socialización con otros niños refugiados.
Miembros de la Unidad de Protección, junto a otros colegas del ACNUR, coordinaron la actividad que comenzó con la presentación de todas las participantes y facilitadores. Luego, las mujeres participaron con entusiasmo en diferentes iniciativas para discutir acerca de sus derechos y las dificultades para ejercerlos en un contexto social y cultural distinto al de sus países de origen. Mediante la realización de dibujos y de lecturas de cartas escritas por otras mujeres refugiadas, las asistentes contaron sus expectativas, mencionaron el interés por conocerse entre ellas y por compartir sus preocupaciones cotidianas. Así, algunos de sus deseos e inquietudes quedaron reflejados en ilustraciones y en frases como: "el derecho a la educación como camino de vida para las mujeres", "el derecho a ver un doctor en privado para hablar de salud", "el derecho a la seguridad personal en el hogar, en la calle y en las instituciones".
En un clima cálido, de respeto y contención, varias mujeres refugiadas se animaron a hablar sobre experiencias propias y de personas cercanas de violencia doméstica, laboral e institucional: "No es fácil pedir ayuda. A veces nadie te hace caso, hasta que pasa una desgracia", expresó una de las participantes. Otra mujer manifestó: "Mi marido me encerraba; me controlaba la ropa y no me dejaba salir. Fui a la comisaría, pero no me escucharon"; a todo ello agregó: "Me ofrecieron un trabajo para limpieza, pero cuando fui a la entrevista me ofrecieron dinero a cambio de sexo. Me levanté y me fui". En la misma línea una de las asistentes confesó: "Yo sufrí violencia. Mi marido me golpeaba. No quiso reconocer a uno de mis hijos".
Uno de los aportes más significativos del Diálogo fue la construcción de un espacio de reconocimiento y confianza entre las mujeres refugiadas. Una instancia en la que, por primera vez, muchas de ellas lograron actuar como protagonistas de sus propias trayectorias de vida. En efecto, la experiencia sirvió para empezar a empoderar a las mujeres y a identificar a la violencia basada en género, como una causa y una consecuencia del desplazamiento. Finalmente, el Diálogo permitió difundir y brindar información, clara y precisa, sobre las instituciones que ofrecen servicios especializados en Argentina.
Oficina Regional para el Sur de América Latina, Buenos Aires, Argentina